Cualquiera puede cambiar tu vida para bien, si sólo lo dejas entrar

Hola a todos, le escribo totalmente inspirada en mi tercera publicación, con el comienzo de agradables temperaturas por encima de los 0 grados Celsius en NYC, con un sol radiante y cielos azules. 

¿Alguna vez has conocido a alguien, que ni se te cruzaba por la mente iba a cambiar tu vida para siempre... pero para bien (quiero recalcar jejejeje).

¿Te has dado cuenta que cuándo le das una oportunidad a un lugar, situación o persona, las cosas que te comienzan a suceder te puede gratamente sorprender?

Entonces, te recomiendo esta maravillosa película francesa basada en hechos reales llamada The Intouchables ("Amigos Intocables" en Hispanoamérica), dirigida por Olivier Nakache y Éric Toledano que narra la "rara" relación entre dos personajes totalmente opuestos y procedentes de entornos diferentes. Uno, Driss, de origen senegalés, vive en un barrio obrero de París, con antecedentes penales, descarado, divertido e irreflexivo; el otro, Phillippe, un rico tetrapléjico culto y poco espontáneo, que necesita un ayudante personal. A lo largo de la película y por darse la oportunidad, estos dos personajes se cambian radicalmente su perspectiva sobre la vida. 


The Intouchables la vi por primera vez en el cine con mi esposo. Ese día había salido de una reunión de trabajo no muy productiva, estaba irritable (chicos, no estaba en "esos" días jajaja), había tráfico y estaba lejos de casa. Para colmo, cuando llegamos no habían entradas para la película que queríamos ver, así que no quedó de otro remedio que ver la película francesa que ni el nombre me llamaba la atención. Y así, sin nada que esperar, con mis palomitas de maíz y un té gigante, le dí la oportunidad a una película que me sorprendió, me hizo inmensamente feliz, me hizo llorar, me hizo inspirarme y no pude quitarme la sonrisa de mi boca en casi toda la proyección. En ese momento pensé, siempre hay que darle la oportunidad a las cosas, incluso las que no están dentro de nuestros planes o gustos, porque nunca se sabe que puede pasar...

Muchas veces llegamos a diferentes relaciones arrastrando traumas de niñez, heridas de amores no correspondidos, egos subyugados, anhelos no logrados, los cuales van mermando nuestro enfoque positivo ante las adversidades, así como por ejemplo, cuando de niño te caías jugando en el parque y por el sólo hecho de no dejar de jugar, te limpiabas la herida como podías y seguías jugando, a pesar que tal vez tuvieras una mezcla de sangre y tierra en tu herida, obviabas el dolor y seguías adelante. 
  
Cuando maduramos, perdemos esa capacidad de obviar lo que te produce dolor y olvidamos cómo reenfocarnos en ser feliz (como de niños). Y de eso se trata, aprovechar las vivencias que se nos presentan, (Siiiiii, buenas y malas) y transformarlas en positivas. Claro, habrá quién me preguntará, cómo puedo superar esta o aquella situación, si es horrible? No digo que todos los problemas se solucionan en un abrir y cerrar de ojos, pero existen algunas herramientas, como los mantras, que nos podrían ayudar a enfocarnos en los positivo ante las adversidades y salir airosos de ellas. 

Hace algunos años una amiga me hablaba de un proverbio chino que citaba:
"Si un problema tiene solución, no hace falta preocuparse. Si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada". Un poco complicado de entender, pero si lo analizas detenidamente, lo podrás incorporar poco a poco a tu vida.

Pero bueno, hoy me he extendido "un poco más" pero les advertí desde el principio de la publicación que hoy estaba más inspirada que nunca (jajaja, muchos meses con frío, brrrr).

Así que como siempre, espero que vean la película la cual está plena de buenos detalles, impecable fotografía, actores totalmente creíbles y dirección bien enfocada en las relaciones humanas... y si ya la vieron, inspírense de nuevo con el tráiler y dense una oportunidad para explorar nuevas vías hacia lo verdaderamente importante... La Felicidad.



Me despido como mucho cariño, como siempre, buscando más y más vías para potenciarnos y aprender de la vida a través del séptimo arte... Au revoir.






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