Todo es según el cristal con que se mira

Hola a todos, he tenido unas semanas bien movidas con el trabajo y no había (muy a mi pesar) tenido el tiempo para dedicarle unos minutos al blog y recomendarles una nueva película... pero no sin antes y como siempre, hacerles mi respectiva reflexión, jajajaja.

Quién alguna vez no ha dicho una mentira piadosa por un bien? En nuestro trabajo, a nuestros amigos, a la familia y hasta a nosotros mismos. Y por qué lo hacemos? Muchas veces porque queremos seguir adelante con nuestras vidas sin el drama de la cruda realidad. Esto para mi es tremendo ejercicio mental y de visualización porque nos ofrece esperanzas y una visión más optimista para sobrellevar una situación y poder superarla.

La vida es dura y muchas veces la gente hace lo que tiene que hacer, y es allí precisamente donde se pueden dividir 2 clases de personas a grandes rasgos: los filántropos y los misántropos. Los primeros, son aquellos que tienen una actitud social y psicológica caracterizada por el amor que caracteriza a las personas, creyentes en un poder divino y optimistas. Y los segundos, son aquellos que todo lo cuestionan, no creen en un poder supremo, pesimistas, critican lo aceptado por la sociedad en su mayoría y antipáticos. Y estos dos grupos cuando se encuentran, suelen discutir y buscar convencer al otro de su punto de vista.

Y precisamente de eso se trata la historia de Magic in the Moonlight (en español, “Magia a la luz de la luna”) del director ganador del Oscar, Woody Allen. No soy seguidora personalmente de sus películas pero desde Midnight in París con Owen Wilson, estoy haciendo mi tarea de ver sus historias y darles una oportunidad... y he quedado gratamente sorprendida.

En esta historia, un glorioso actor, Colin Firth (famoso por Bridget Jones´s Diary y The King´s Speech) interpreta a un misógino empedernido que quiere desenmascarar a una supuesta médium, Emma Stone (Birdman 2014, The Help 2011).

Magic in the Moonlight es una referencia para aquellos que disfrutan de los buenos diálogos, de los cuestionamientos con cierto toque de humor negro… pero también los que buscan los finales felices porque al fin y al cabo es eso lo que buscamos verdad?

Espero les guste mi reseña y me despido con una cita hecha por el poeta español, Ramón de Campoamor (1817-1901):

“Y es que en este mundo traidor, no hay verdad ni mentira,

todo es según el cristal con que se mira”.

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